Este ejercicio está diseñado para ayudarte a descubrir por qué estás entrando en pánico, no para calmar el ataque de pánico. Si quieres trabajar la ansiedad/pánico, entonces puede hacer clic aquí.
Los ataques de pánico son un estado emocional común en los seres humanos. Recuerda que hemos sobrevivido como resultado de estar algo ansiosos y ser capaces de evitar los peligros. Al mismo tiempo, es frecuente que nos pongamos ansiosos sin que exista un peligro real. Algunas veces esta ansiedad toma la forma de ataques de pánico.
Con mucha frecuencia, los ataques de pánico son una reacción a un sentimiento subyacente. Por ejemplo, muchas personas se asustan al sentirse solas o solas de repente, como si no hubiera nadie disponible. Otra variación común es que entramos en pánico después de experimentar cosas dolorosas y traumáticas. Entonces el sentimiento subyacente es de terror por lo que pasó, como si el cuerpo lo recordara. Una tercera variación es cuando experimentamos la amenaza de perder a alguien importante para nosotros. Luego hay un temor subyacente por lo que va a suceder.
Cuando sientes una emoción que no sabes por qué está ahí, hay especialmente dos cosas que son útiles hacer. Lo primero es decidir si sientes curiosidad por saber por qué has respondido como lo has hecho. La segunda es escuchar hacia adentro en el cuerpo para ayudar a encontrar la respuesta. Puedes seguir estos pasos para tratar de obtener un poco más de claridad, y siéntete libre de escribir tus reflexiones alrededor de cada punto:
1. Piensa en la última vez que tuviste la sensación de pánico.
2. Antes de que ocurriera, ¿cómo te sentías? ¿Qué había pasado antes ese día?
3. Describe la situación en la que apareció la sensación de pánico.
4. Imagina que estás en la situación. ¿Qué es lo que se destaca de la situación especialmente para ti? ¿Recuerdas lo que viste y lo que estabas pensando? ¿Puedes encontrar lo que desencadenó el ataque de pánico?
5. Cuando te imagines en la situación, contacta con tu cuerpo y describe lo que pasó.
6. ¿Qué fue lo que hizo que la situación fuera tan terrible para usted? ¿Puedes encontrar el sentimiento subyacente?
7. Si encuentras una emoción subyacente, mira si puedes explorarla y tan sólo escuchar el sentimiento.
8. ¿Qué hubieras necesitado en esa situación?
9. Reconoce que sentiste lo que sentiste y que fue una reacción comprensible a una necesidad importante.
No importa dónde hayas llegado con el ejercicio, mira a ver si puedes darte una palmadita en el hombro por haber hecho el ejercicio. Si has descubierto algo nuevo, ¿cómo quieres que esto te afecte en tu vida? Tómese unos segundos para volver a prestar atención al aquí y ahora, y prepárate para continuar tu día.