Mientras que la culpa es el sentimiento de haber hecho algo malo, la vergüenza es más el sentimiento de ser malo. Así que no se trata sólo de algo que has hecho, sino de quién eres como persona, y sientes que no eres lo suficientemente bueno, o que vales menos que los demás. Puedes sentir vergüenza relacionada con tu apariencia, tus habilidades o tus rasgos de personalidad.
En muchos sentidos, la vergüenza consiste en ser parte de una comunidad y de ser aceptado por tu grupo o tus compañeros. Te sientes avergonzado cuando tu lugar en el grupo se ve amenazado de alguna manera, ya sea que el grupo sea la sociedad en general, tu familia, tu grupo de amigos, tu relación de pareja o tu lugar de trabajo. La vergüenza surge cuando has sido humillado, o cuando algo amenaza tu pertenencia al grupo.
La razón por la que tenemos la emoción de vergüenza es porque ha tenido un gran valor de supervivencia para nosotros ser parte de un grupo más grande, una manada o tribu, en lugar de estar solos. La vergüenza tiene mala reputación, pero es en muchos sentidos el pegamento de una sociedad: la vergüenza saludable te hace relacionarte con la sociedad o con el grupo como algo más grande que tú mismo. Por lo general, no es bueno para tu vida social no tener vergüenza.
La vergüenza se experimenta a menudo como el deseo de no ser visto por los demás. La mirada de los demás puede parecer que te quema. Te ruborizas y quieres hundirte en la tierra y desaparecer. La vergüenza a menudo se describe como incomodidad o incluso dolor en el estómago.
La necesidad que se relaciona con la vergüenza es la de pertenecer al grupo, la afirmación, ser aceptado o reconocido por alguien a quien valoras. Lo que hace que la vergüenza sea difícil de experimentar es que a menudo te apetece esconderte y alejarte, mientras que la necesidad es que otros estén ahí para darte aceptación. Por lo tanto, muchas personas se sienten avergonzadas sin que otros lo sepan. Es difícil expresar vergüenza, pero revelarla puede ser muy provechoso.
Es común avergonzarse de tus emociones. En estos casos la vergüenza es comúnmente una emoción secundaria. Por ejemplo, uno puede avergonzarse de estar asustado o tristeza. Muchas personas han asociado sus sentimientos con ser débil, haciendo que el salto hacia la vergüenza secundaria sea fácil.
La vergüenza es una de las emociones problemáticas primarias más comunes. Las razones más comunes para la vergüenza problemática son haber sido intimidado, marginado o haber tenido experiencias recurrentes de ser criticado, no aceptado o no haber sido validado por quien eres. Muchas personas luchan con la vergüenza problemática que proviene de la infancia y la adolescencia.