21 de agosto de 2018

Depresión

depresión

En Terapia Focalizada en la Emoción, vemos la depresión como una especie de señal de que tienes necesidades emocionales importantes que parecen imposibles de satisfacer. Estas pueden ser necesidades de reconocimiento por parte de alguien a quien quieres, consuelo, apoyo, seguridad, cercanía o defensa propia contra alguien que te trata mal. Sin embargo, las experiencias pasadas, o la situación y las relaciones en las que te encuentras, te hacen sentir como si estuvieras en una batalla que no puedes ganar. Entonces el cuerpo entra en una especie de estado de resignación, es decir, de depresión.

La depresión puede tomar diferentes máscaras. Puedes sentirse triste y frustrado por cómo va tu vida, o sentirte más desesperado y abrumado. Otros se irritan más, se enojan y culpan al mundo exterior. Y algunos literalmente apagan sus sentimientos, sintiéndose entumecidos o emocionalmente planos. Sin embargo, este no es un estado agradable ya que también significa ausencia de alegría, interés y vitalidad, como si nada importara realmente.

La depresión puede ser vista como un estado en el que el organismo está tratando de ahorrar energía en lugar de continuar con lo que parece inútil. Cuando esta conservación de energía persiste, deja de ser útil o necesaria.

En la Terapia Focalizada en la Emoción, trabajamos en explorar tus emociones para darles sentido y poder manejarlas de una mejor manera. Esto puede implicar resolver el caos emocional, trabajar con conflictos emocionales, autocrítica o relaciones difíciles con tus seres queridos. A veces es necesario trabajar para reconectar con tus emociones. Hay un esfuerzo conjunto entre el terapeuta y el cliente para explorar las experiencias emocionales para que la vida vuelva a empezar.