Tus emociones son tu sistema de señalización más importante. Las emociones estaban allí mucho antes que el pensamiento y el lenguaje, tanto en los humanos como especie, como en ti como individuo. Naciste en este mundo con la capacidad de estar feliz, triste, asustado/a, avergonzado/a y enfadado/a.
Tus emociones son importantes porque te alertan sobre cosas que son importantes para ti. Te informan sobre cómo te va contigo mismo, con los que te rodean y, lo que es más importante, te informan sobre lo que necesitas. Esto se debe a que todas las emociones están relacionadas con tus necesidades. Esto se debe a que la emoción es reacción de tu cerebro y de tu cuerpo porque algo importante ha sucedido y tus emociones te dicen que necesitas atender a lo que ha sucedido, ya que una o más de tus necesidades están afectadas.
Cuando tu sistema emocional cree que algo importante ha sucedido, las emociones vienen a tu mente como alarmas. Estas alarmas suelen contener una experiencia corporal, un impulso a hacer algo y una experiencia de sentido. Ejemplos de sensaciones corporales son: un nudo en el estómago, inquietud, presión en el pecho, sentir calor, energía o fuerza. Tu impulso de hacer algo podría consistir en acercarte a otras personas o alejarte. Tu experiencia de significado podría ser: "¡Esto es peligroso!"
Por ejemplo, si pierdes a alguien a quien quieres mucho, entonces puedes ponerte triste y sentir pena. Puedes sentir pesadez en tu cuerpo y tener una presión en tu estómago o garganta. Puede que quieras llorar. Sabes lo mucho que esta persona significaba para ti, y que podrías haber necesitado tener a esa persona contigo, y el sentimiento de tristeza te dice que ya no puedes cubrir esa necesidad. La tristeza puede hacer que te acerques a otras personas para obtener consuelo, atención y apoyo.
Todas nuestras emociones están conectadas a las necesidades de esta manera. El miedo necesita seguridad, la vergüenza necesita aceptación y confirmación, la ira necesita límites y la tristeza necesita consuelo. Por lo tanto, la próxima vez que te encuentres sintiendo un sentimiento, podrías preguntarte a ti mismo: ¿Qué dice esta emoción que necesito?
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